Ruta en autocaravana Camper por la Comunidad de Madrid

Ruta en autocaravana Camper por la Comunidad de Madrid

Además de la propia ciudad, hermosa capital de España, la Comunidad de Madrid ofrece numerosas opciones para poder escaparos y disfrutar alejados de la ciudad de una verdadera experiencia Camper. Poneros en ruta alquilando una de nuestras furgonetas y prepararos para conocer una de las regiones más bonitos de España. Además de la capital, Madrid cuenta con un gran numero de parajes naturales y localidades impresionantes para visitar.

 

A continuación, os proponemos una posible ruta para realizar con vuestra autocaravana campervan de alquiler y conocer mejor la Comunidad de Madrid

 

En este articulo os proponemos una amplia selección (hasta 17) de localidades con mucho encanto. Lugares que creemos hay que visitar al menos una vez en la vida. Algunas muy conocidas, otras no tanto. Esperamos que os guste y, por favor, si creéis que falta algo, no dudéis en decírnoslo.

La ruta propuesta tiene una duración de 3 días (2 noches). Sabemos que es poco tiempo, en especial considerando que son muchos los pueblos que ver y muchas las cosas que hacer. Nosotros somos a veces un poco rápidos haciendo turismo: aparcamos, paseo rápido, unas fotos y en ruta… que no siempre es lo más recomendable.

Pero, para los que os guste disfrutar con calma de los sitios donde vais y queráis aprovechar de verdad esta ruta, os recomendamos que os toméis el tiempo que necesitéis. ¿Por qué no? Un día y noche para cada pueblo.

 

Alquiler camper Madrid: disfruta al máximo de la experiencia camper.

 

Ruta en furgoneta camper por la Comunidad de Madrid

DIA 1 - 195 Km – 2 horas y 59 minutos.

MADRID – VILLAREJO DE SALVANES – COLMENTAR DE OREJA – CHINCHON – NAVALCARNERO – SAN MARTIN DE VALDEIGLESIAS

DIA 2 - 130 Km – 2 horas y 42 minutos.

SAN MARTIN DE VALDEIGLESIAS – SAN LORENZO DE EL ESCORIAL – CERCEDILLA – MANZANARES EL REAL – RASCAFRIA

DIA 3 - 213 Km – 3 horas y 59 minutos

RASCAFRIA – BUITRAGO DEL LOZOYA – HORCAJUELO DE LA SIERRA – LA HIRUELA – PUEBLA DE LA SIERRA – PATONES – TORREMOCHA DE JARAMA – TORRELAGUNA – TALAMANCA DE JARAMA - MADRID

 

Mapa de la ruta:

 

 

Donde pernoctar con tu autocaravana camper en la Comunidad de Madrid

 

Áreas de pernocta de autocaravanas

Por desgracia la Comunidad de Madrid no es una de las Comunidades en la que se disponga de un gran numero de servicios y facilidades para las AC. De hecho, en toda la Comunidad solo conocemos un par de parkings que actúan como áreas de pernoctación. Estos son:

  • Área Autocaravanas Pinto: Calle Poeta José Hierro, s/n, 28320 Pinto, Madrid
  • Parking de Valdebernardo: Bulevar de Jose Prat, 28032 Valdebernardo, Madrid

 

Campings en la Comunidad de Madrid

Ante esta falta de áreas, lo recomendable posiblemente, si se desean tener todas las facilidades necesarias para la puesta a punto de la furgoneta camper, es ir a uno de los, en este caso sí, múltiples campings existentes a lo largo de la ruta. Aquí os proponemos unos cuantos:

  • Camping La Ardilla Roja: 28680 San Martín de Valdeiglesias, Madrid - campingardillaroja.es - +34 918 67 84 87
  • Camping El Canto la Gallina: Travesía dos de Mayo, 1, 28295 Valdemaqueda, Madrid - elcantolagallina.com - +34 918 98 48 20
  • Camping La Fresneda: km 19,500, M-608, 28791 Soto del Real, Madrid - fresnedacamp.com - +34 918 47 72 13
  • Camping Piscis: Carretera M-625, 28729 Navalafuente, Madrid - campiscis.com - +34 918 43 22 68
  • Camping Monte Holiday: Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, 28739, Madrid - campingmonteholiday.com - +34 918 69 52 78
  • Camping El Picachuelo: M127 KM ,5 de El Berrueco a Cervera, Carretera, 7, 28192 El Berrueco, Madrid - sierranorte.com - +34 918 68 61 36
  • Camping Osuna: Calle Jardines de Aranjuez, s/n, 28042 Madrid - campingosuna.com - +34 917 41 05 10

 

 

Localidades para visitar con tu furgoneta camper en la Comunidad de Madrid

  1. Villarejo de Salvanes en autocaravana

Centro neurálgico de la Comarca de las Vegas por su privilegiada ubicación. Se distingue por su castillo, una fortaleza de la Orden de Santiago que forma parte de la Red de Castillos de la Comunidad de Madrid.

La primera noticia que se tiene sobre el municipio es en el siglo XI. En concreto se hace referencia a Salvanés y a la condonación del Valle de Salvanés que hizo Alfonso VI a la iglesia de Toledo. Aun así, se han encontrado restos arqueológicos que muestran la presencia humana en esas tierras desde mucho antes.

Desde el siglo XI hubo discrepancias jurisdiccionales y en el XIII se tiene constancia de la existencia de Villarejo. En 1240 El comendador de Salvanés era Ramón Íñiguez y el maestre de la Orden, Rodrigo Íñiguez. A finales del siglo XV, la Encomienda de Villarejo de Salvanés pasó a ser Cabecera de la Encomienda Mayor de Castilla. Con la nueva división administrativa, la localidad se incorporó a la provincia de Madrid dejando de pertenecer a Ocaña y a Toledo.

El medio natural del municipio está surcado por el río Tajo, por numerosos arroyos –algunos estacionales- y por el Canal de Estremera. La estepa y algunas ligeras elevaciones del terreno son las principales características de un paisaje. Éste se completa con viñedos, olivares, campos del cultivo –principalmente de cereales y legumbres-, pino carrasco autóctono, vegetación de tipo mediterráneo y zonas de monte utilizadas como pastos. La fauna más abundante está compuesta por aves, mamíferos, reptiles e insectos.

Los mencionados campos de cultivo constituían una de las principales ocupaciones de la población. Además, existían otros oficios como el comercio, la ganadería –ovejas, cabras, cerdos…-, la apicultura y la industria. Estas actividades tuvieron su repercusión en la arquitectura urbana municipal. En la actualidad todavía es posible observar viviendas de tipo rural y dependencias agropecuarias aunque hay construcciones recientes –sobre todo del siglo XX- con características urbanas y urbano-rurales. También con ese siglo se incrementó el sector servicios y la industria.

El patrimonio artístico de Villarejo de Salvanés está formado por diferentes ejemplos, de los que los más sobresalientes son: El Castillo, cuyo primer recinto se construyó a finales del siglo XIII y al que posteriormente se le fueron añadiendo edificios. El conjunto tenía un marcado carácter defensivo y entre sus principales elementos se encontraban la fortaleza, el palacio, el foso y la torre. Precisamente, ésta junto con algunos restos de la muralla son las únicas partes que se conserva actualmente.

La Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol es del siglo XIV aunque se construyó sobre una edificación del siglo anterior. Desde que fue erigida ha sufrido varias transformaciones, reformas y adiciones. En su aspecto exterior recuerda a las iglesias-fortaleza. Otro edificio religioso del municipio es el Convento de Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto, construido como agradecimiento a los resultados logrados en esa batalla, es del siglo XVI y también alberga una Iglesia. En la actualidad, parte de las instalaciones conventuales se utilizan como escuela

La Casa de Tercia –del siglo XVI- es reflejo de la presencia de la Encomienda Mayor de Castilla en Villarejo de Salvanés. El edificio, con dos plantas y un patio de columnas, fue construido con grandes muros siguiendo el estilo tradicional rural. Entre sus usos más destacados se encontraban la residencia, almacén de grano y bodega. Con el paso del tiempo ha sufrido transformaciones y actualmente se utiliza dentro del ámbito del sector servicios.

Entre las recientes adiciones se encuentra el Museo del Cine, instalado en el antiguo Cine París, que es el primer museo del cine profesional y tecnológico, no sólo en la Comunidad de Madrid, sino también en toda España.

Más información: www.turismovillarejodesalvanes.com

 

  1. Colmenar de Oreja en autocaravana

 Un poco de historia

La historia de Colmenar está ligada al cercano castillo de Oreja, una fortaleza de origen prerromano cuyos restos se hallan a unos kilómetros de la localidad, en la provincia de Toledo. La fortaleza cobró importancia bajo el nombre de Aureliae, probablemente le debe el nombre al cónsul romano Aurelio.

En torno al castillo surgieron varias aldeas, entre la cuales estaba Apis Aureliae en referencia a las colmenas, que más tarde pasaría a ser Colmenar de Oreja (de Aureliae). El castillo, por su parte, se halla en un enclave estratégico para controlar el río Tajo, por lo que pasó varias veces de manos árabes a cristianas, hasta ser conquistado por Alfonso VII en 1139. Ese mismo año otorgó el Fuero de Oreja, por el que se decretaba la repoblación de la zona y se concedían prebendas a sus pobladores.

Poco después toda el área, agrupada en la Encomienda de Oreja, pasó a depender de la Orden de Santiago. En 1440 adquirió el rango de villa, pasando por ella la corte itinerante de los reyes castellanos. En el siglo XVI quedó bajo el control del duque de Maqueda, con el que se inicia la etapa de señorío de la localidad, marcada por el progreso urbano y comercial.

En 1922, Alfonso XIII concede a Colmenar de Oreja el título de Ciudad, que conserva aún hoy. A principios de siglo XX el ferrocarril llegó a la villa, aunque en la década de 1940 la línea dejó de estar operativa y hoy puede recorrerse como parte de la vía verde del Tajuña.

Famosas canteras y otros oficios

Son famosas sus canteras de las que ha salido piedra para los Palacios Reales de Madrid y Aranjuez, el Teatro Real y fuentes como la Cibeles y Neptuno, entre otras. Es precisamente durante el desarrollo de Aranjuez cuando Oreja pierde su hegemonía, mientras que comienza el auténtico desarrollo de Colmenar, llegando a ser durante el siglo XIX el tercer municipio más poblado de la provincia de Madrid.

Pero además, la localidad también conoció un importante desarrollo industrial gracias a los hornos donde se fabricaban las tinajas para el vino y el aceite, una actividad mantenida hasta bien entrado el siglo XX.  En 1966 aún se mantenían dos centros productores, mientras que en 1979 ya sólo quedaba un horno en activo. Este oficio del pasado queda reflejado hoy en los grandes hornos donde se cocían las piezas, que se exportaban a toda la península e incluso a ultramar. En el casco urbano pueden observarse algunos.

También destacaron algunas otras labores artesanales como el trabajo con esparto o la elaboración de jabones.

Más información: http://colmenarte.colmenardeoreja.com/

 

  1. Chinchon en autocaravana

A 45 km al sureste de Madrid se encuentra la villa de Chinchón. Rodeada por los viñedos y olivos de la Vega del Tajuña, su casco urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974. Con su Plaza Mayor de película, sus calles llenas de historia y una cocina local que se puede degustar en mesones y restaurantes... Todo lo que se diga de este municipio se queda corto ¡Ve a comprobarlo por ti mismo!

Por situarnos un poco en el tiempo, diremos que los orígenes de Chinchón se remontan al neolítico y por sus tierras han pasado las grandes civilizaciones que han escrito la historia de la Península: íberos, romanos, árabes y castellanos.

Los primeros pobladores llegaron a esta zona en el Neolítico y vivieron en algunas de las abundantes cuevas que hay en las proximidades, como la denominada Cueva de la Mora. También se han encontrado vestigios de un asentamiento Ibero en el cerro de “El Salitral”, mientras que los romanos procedentes de la vecina Titulcia establecieron sus campamentos aquí.

En tiempos árabes, Chinchón perteneció a Toledo, hasta que, a mediados del siglo XI, el rey Fernando I reconquistó el territorio entre Talavera de la Reina y Madrid, que fue posteriormente consolidado por Alfonso VI. Pero fue con Alfonso VII cuando Chinchón fue repoblado por gentes venidas de Segovia en busca de una porción de tierra de las que se repartían en forma de “quiñones” (porciones).

Bajo el reinado de Enrique IV recibió el título de “Villa”, convirtiéndose en lugar de recreo de nobles y poderosos. Los Reyes Católicos nombraron Señores de Chinchón a los esposos Cabrera-Bobadilla, liberándola así de la jurisdicción de los pastores segovianos. A mediados del siglo XVI el Señorío de Chinchón accedería al título de Condado por concesión del Emperador Carlos V.

A comienzos del siglo XVIII el condado fue adquirido por la casa de Borbón y Farnesio, y se le otorgó a la Villa el título de “Muy Noble y Muy Leal” en reconocimiento a su fidelidad en la Guerra de Sucesión.

Por aquí también pasaron los franceses, que se apropiaron de los bienes que guardaban Monasterios y Conventos. Como muestra de ello en la Plaza Mayor existe la llamada "columna de los franceses". ¿Serás capaz de encontrarla?

En la actualidad Chinchón es un polo de atracción turística, una actividad que combina con su dedicación a al cultivo de alimentos de gran calidad.   

 Más información: Turismo Chinchón

 

  1. Navalcarnero en autocaravana

La villa de Navalcarnero se encuentra al suroeste de la Comunidad de Madrid, entre los ríos Guadarrama y Alberche. Fue fundada el 10 de octubre de 1499 y desde entonces ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, como la boda del rey Felipe IV con su sobrina Doña Mariana de Austria, gracias a la cual se le concedió el título de "Villa Real”.

Más información: www.turismo-navalcarnero.com

 

  1. San Martin de Valdeiglesias en autocaravana

Ofrece numerosos atractivos turísticos como el Embalse de San Juan, el Castillo de la Coracera o el Bosque Encantado. Además, sus vinos poseen una subdenominación de origen propia y el turismo enológico es otra posiblidad. 

Es conocido por estar a los pies del Embalse de San Juan, una de las playas de Madrid y por su Puerto Deportivo sede del Real Club Naútico de Madrid. En su entorno se pueden prácticar distintas actividades de ocio en contacto con la naturaleza, en familia o con amigos, y su Castillo de la Coracera forma parte de la Red de Castillos.

Raices históricas en la Reconquista

Los asentamientos estables de población en San Martín de Valdeiglesias se produjeron con la repoblación desarrollada con la Reconquista. En este caso, los encargados de realizarla fueron, en mayoría, abulenses. En el proceso repoblador también tuvo especial protagonismo la comunidad religiosa que creó gran número de ermitas o eremitorios en el valle y, en 1150, se fundó el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias –en el término municipal de Pelayos de la Presa-. También se construyó el Castillo de la Coracera y el municipio cobró gran relevancia, tanto económica como cultural.

Uno de los primeros censos realizados se refería a 1.000 vecinos y, aproximadamente, a 4.000 habitantes, algo muy poco habitual en la zona. Los probladores se dedicaban mayormente a labores agropecuarias, a la construcción y a otros oficios como molineros, zapateros, carboneros, tejedores y, más tarde, a la producción de vinos, a la fabricación de vidrio y al sector servicios. De hecho, el sector de turismo y ocio se ha desarrollado considerablemente desde el siglo XX debido a las colonias de veraneo y a los muchos turistas que acuden a San Martín de Valdeiglesias para disfrutar de su legado histórico y de su riqueza natural.

Enclavado en la naturaleza

El paisaje del municipio es valioso y tiene como principales protagonistas a los ríos Alberche y Cofio, al granito –con grandes moles, como por ejemplo en el Canto del Guarro y El Yelmo- y a los pinos piñoneros. Los mamíferos y peces abundan y en el municipio existe un coto de caza y de pesca. Las aves también están presentes y se encuentran bajo una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

San Martín de Valdeiglesias también ofrece la posibilidad de hacer gran número de actividades en contacto con la naturaleza: rutas a pie, a caballo o en bicicleta; educación ambiental, orientación, multiaventura… En los alrededores, además, están disponibles actividades náuticas gracias al Pantano de San Juan.

Por otro lado, desde su inauguración, el Bosque Encantado se ha convertido en un nuevo atractivo turistico del municipio visitado por pequeños y grandes. Se trata de un fascinante jardín botánico que alberga 500 tipos de plantas y 300 esculturas vegetales, representando formas tan diversas como un dragón, un elefante o una locomotora. Más información pinchando aquí

Un rico patrimonio histórico

El patrimonio artístico de San Martín de Valdeiglesias puede apreciarse en su castillo, iglesia y ermitas. El Castillo de la Coracera –declarado Bien de Interés Cultural- es uno de los símbolos de la población y está muy relacionado con la historia municipal. Tiene una planta cuadrada, flanqueada por estrechos cubos, y entre sus elementos destaca la gruesa Torre del Homenaje con forma pentagonal.

La Iglesia de San Martín es un templo muy voluminoso cuyas obras se iniciaron en 1634 pero nunca llegaron a terminarse ya que del proyecto inicial sólo se construyó una tercera parte. La planta, de estilo basilical, cuenta con tres naves cerradas con bóvedas de cañón y sobre el crucero se eleva una cúpula central de siete metros de altura. En su interior destaca el retablo barroco del altar mayor –con una imagen del Patrón atribuida a Lucas Jordán- y el retablo de la Virgen de la Nueva –del siglo XVI-, de la escuela Toledana.

De las muchas ermitas existentes en la zona –y que dieron el nombre de Valle de las iglesias “Valdeiglesias” –todavía es posible observar seis: Ermita del Cristo, de pequeñas dimensiones; Ermita del Ecce Homo, construida en el siglo XV con granito y sillería, ha sido rehabilitada; Ermita de la Sangre, con un ábside poligonal de tres lados y contrafuertes presenta en su interior un pequeño presbiterio con bóveda de crucería y arco de medio punto; Ermita de la Salud, de reciente construcción; Ermita de la Virgen de la Nueva, erigida en 1956 para sustituir al antiguo santuario que quedó bajo las aguas del pantano; y Ermita del Rosario, de sillería y pequeñas proporciones.

Vinos con Denominación de Origen

El turismo enológico es otro de los atractivos de la zona. El municipio ha visto reconocida la calidad de sus vinos con una subdenominación de origen propia, dentro de la D.O. Vinos de Madrid. Además, de poseer una serie de rutas propias que puedes consultar en la web de Madrid Rutas del Vino, son varias la bodegas que están abiertas al público e incluso en el propio Castillo, se puede catar una copa de vino de su larga selección de bodegas locales en su moderna vinoteca, ubicada en la Torre del Homenaje. Toda una experiencia. 

Más información: San Martín de Valdeiglesias

  

  1. San Lorenzo del Escorial en autocaravana

San Lorenzo de El Escorial, enclavado en plena Sierra de Guadarrama, fue residencia real veraniega a medio camino entre Madrid y La Granja de San Ildefonso. Gracias a ello, presenta una gran cantidad de monumentos de dicha época, que hoy en día ha sido reconvertidos danto lugar a una ciudad llena de encanto, ambiente cultural y opciones de ocio.

Por su belleza, San Lorenzo de El Escorial junto a Aranjuez y Alcalá de Henares están recogidas en el programa de Patrimonio Mundial de la Comunidad de Madrid.

Un lugar con historia

Felipe II fijó el emplazamiento del conjunto a finales de 1562 para conmemorar la Batalla de San Quintín, según proyectos de Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. El Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Comienza la visita en el Monasterio y su entorno

El Monasterio es un lugar de impresionantes dimensiones y de gran valor. Destaca la Basílica monumental, el Panteón Real donde se encuentran enterrados monarcas españoles de las casas de Austria y Borbón, el Panteón de los Infantes, las Salas Capitulares, la Biblioteca y los patios, que no podían faltar en una Residencia de verano digna de reyes.

Aunque en la basílica se encuentran dos monumentos funerarios, dedicados a las familias de Carlos I y Felipe II, los restos mortales de los monarcas están en el Panteón de los Reyes, situado bajo el presbiterio de la basílica en una capilla circular. Los demás miembros de la familia Real son enterrados en el Panteón de los Infantes.

La decoración del Monasterio y de los elementos que lo componen fue encargada a algunos de los artistas más destacados de la época. La puedes visitar en el Museo de Arquitectura y Pintura, en la que encontrarás una importante colección de pinturas de El Greco, Tiziano, Ribera, Luca Giordano, Zuccaro, Tintoretto, Veronés, Velázquez, El Bosco o Zurbarán y también esculturas de Monegro, Bernini y Cellini.

Este Conjunto Histórico-Artístico se completa con la Casa de los Oficios, la Casa de los Infantes y la Casa de la Reina, el Real Coliseo de Carlos III y la Casita del Infante y los Jardines Históricos de alto valor botánico.

Su trazado urbano, fue enriqueciéndose gracias a que aristócratas y burgueses de la capital levantaron aquí sus residencias de verano. Se trata, en definitiva, de una elegante población de rico patrimonio monumental rodeada de montañas y bosques. Casas y palacetes se pliegan a un urbanismo racionalista que perpetúa la simetría del Monasterio. El Palacio del Marqués de Campo Villar, la Casa del Duque de Medinaceli o la Casa de las Columnas son algunas bellas muestras.

Naturaleza, más allá del Monasterio

Por su singularidad, la visita a San Lorenzo de El Escorial no debe hacerse sin haber disfrutado de las maravillas que la naturaleza esconde en lugares tan bellos como La Herrería y el Pinar de Abantos. Sus valores naturales y su carácter excepcional, provocaron las declaraciones de Paisaje Pintoresco en el caso del Pinar de Abantos y, de Bosque de especial interés ecológico en el caso de la Herrería, lo que garantiza su protección y conservación para las futuras generaciones.

Igualmente merecen contemplarse y ser acogidos por las sombras de los magníficos ejemplares arbóreos que se encuentran en plazas y jardines de San Lorenzo de El Escorial.Entornos, todos ellos, accesibles al visitante y que sin duda harán de su visita un encuentro memorable con la naturaleza.

Un lugar donde descansaba un rey

La Silla de Felipe II se encuentra a unos dos kilómetros y medio del municipio. Se dice, que desde este observatorio natural el monarca contemplaba el desarrollo de las obras del Monasterio. Al parecer, una leyenda, pues el rey nunca llego a observar las obras desde dicho enclave. Algunos expertos aseguran que estos asientos de granito, para el rey y dos acompañantes, son restos de un milenario altar celtíbero.

Desde aquí puedes percibir que el Monasterio tiene forma de parrilla invertida, en homenaje a San Lorenzo, que fue martirizado en una de ellas allá por el año 258.

Si se te despierta el apetito...

En San Lorenzo de El Escorial también puedes saborear la auténtica cocina madrileña y serrana. Caracoles, tortilla de patatas y embutidos servirán de aperitivo. El cocido madrileño (garbanzos, carnes y verduras), los callos y las sopas de ajo, hunden sus raíces en la más pura tradición castellana.

Por su parte, entre los segundos, la ternera de la sierra de Guadarrama se sirve a la brasa, mientras que el cordero y el cochinillo se prepara al horno. Besugo y bacalao son los pescados preferidos de la zona centro. Y de postre, rosquillas de anís, canutitos de crema o mantecados.

Esta variada gastronomía, podrá degustarse en los restaurantes, bares, cafeterías y terrazas que inundan las calles y plazuelas de esta localidad.

Si quieres alojarte, San Lorenzo de El Escorial cuenta con una rica y variada tradición hotelera.

¿Qué hacer entre palacios?

El actual Euroforum, es el lugar donde se imparten los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid, fue en su día Casa de las Familias de Infantes. Remodelado varias veces a lo largo de los siglos, ostenta el título de Monumento Histórico-Artístico, y en esa época del año alberga un gran número de estudiantes.

A lo largo del año y de manera continuada pueden verse exposiciones de gran interés artístico y cultural. Las actuaciones musicales, de teatro y danza en el Teatro Auditorio, son un referente para los amantes de las artes.

No olvides visitar el Centro de Interpretación donde te mostrarán los aspectos más representativos de la historia, naturaleza y cultura de San Lorenzo; y el Museo de Carruajes, donde te sentirás viajero de otra época.

Puedes sumarte al pueblo en la Romería de la Virgen de Gracia, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, o en la Travesía de las Cumbres Escurialenses, un fantástico recorrido de aproximadamente 22 kilómetros por las cuatro cumbres que rodean El Escorial.

Para los amantes del Golf, San Lorenzo ofrece el privilegio de practicarlo rodeado de este espectacular entorno.

El Valle de los Caídos

Situado a unos pocos kilómetros del núcleo urbano de San Lorenzo de El Escorial, se ubica el Valle de los Caídos. Presenta una basílica excavada en la roca con una longitud de 262 m. y una altura máxima de 41 m. Sobre ésta, se encuentra la cruz de 150 m. de altura (construida de hormigón y granito), que es visible desde varios kilómetros a la redonda.

Más información: Turismo San Lorenzo

 

  1. Cercedilla en autocaravana

La presencia romana en la zona queda probada gracias a la calzada romana que atraviesa el Puerto de la Fuenfría, mientras que su belleza y riqueza natural la convirtieron en parada de la Corte Real en su camino de La Granja a Madrid. Ideal para practicar actividades al aire libre.

Las primeras referencias directas sobre Cercedilla se encuentran, en el siglo XVI, en obras de Fernando Colón, Miguel de Cervantes y Francisco de Quevedo. Aun así, la presencia romana en la zona está probada gracias a la calzada romana que atraviesa el Puerto de la Fuenfría. La excepcional belleza de Cercedilla y su riqueza natural la convirtieron en parada de la Corte Real en su camino de La Granja a Madrid y viceversa hasta la apertura de una nueva vía por Navacerrada. Otro hito importante en la historia municipal fue la llegada del tres en 1888, que supuso un impulso en todos los ámbitos para la localidad.

Los primeros habitantes se dedicaban a labores agrícolas, a la producción maderera y a la ganadería, que además disponía de tres vías pecuarias y elementos como el potro de herrar y el tentadero. También había molinos harineros y varios comercios. El desarrollo de Cercedilla y su privilegiada situación geográfica han convertido la localidad en un lugar turístico, de recreo y descanso estival para muchas personas y en sede de asociaciones deportivas, culturales y científicas. En el municipio también se ubica el Puerto de Navacerrada, punto estratégico de las comunicaciones entre las mesetas y referente de actividades al aire libre y del esquí.

La riqueza natural de Cercedilla es envidiable, con abundante agua y variada flora y fauna que tienen una magnífica representación en el Valle de la Fuenfría. El pino es la especie arbórea más importante aunque existe un bosque de robles de inmenso valor y, también, se pueden encontrar chopos, acebos, retama, tejo, serbal, enebro, brezo, matorrales y pastos. Los mamíferos, aves, insectos, reptiles y anfibios son las principales especies animales. Cercedilla ofrece la posibilidad de disfrutar de la naturaleza gracias a los miradores y rutas existentes en el municipio.

El patrimonio artístico y cultural de la localidad es muy notable. Además de los restos romanos como la calzada y los puentes, hay también construcciones religiosas como la Iglesia de San Sebastián y la Ermita de Santa María –del siglo XVII y que muestra la arquitectura popular-. La Iglesia, de origen románico tardío, es un edificio exento con planta de cruz latina con una sola nave. En su interior destaca un retablo churrigueresco de 1612 que decora la cabecera de la Iglesia.

En Cercedilla también existen construcciones relevantes de finales del siglo XIX y principios del XX, entre la que figuran las Colonias de Veraneo, la Estación de Ferrocarril, la Fábrica de la Luz, el Sanatorio de la Fuenfría, el Club de Mayores y la Plaza de Toros.

Más información: www.cercedilla.es

 

  1. Manzanares el Real en autocaravana

El Castillo Nuevo o de los Mendoza es el mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Disfruta su entorno natural con rutas a pie o en bicicleta y con actividades como la escalada. Desde aquí se llega a La Pedriza del Manzanares.

Los restos arqueológicos encontrados en Manzanares El Real han permitido determinar la presencia humana desde la Prehistoria. También se sabe que romanos, visigodos y musulmanes establecieron asentamientos antes de que pastores procedentes de Segovia fundaran, durante la Reconquista, el actual Manzanares. Al igual que con otras poblaciones de la comarca, hubo disputas territoriales entre segovianos y madrileños. A finales del siglo XIV, Juan I cedió las tierras de Manzanares a Pedro González de Mendoza pero éstas pasaron a manos de otros nobles hasta que en el siglo XVIII regresaron a la familia Mendoza.

Los habitantes se dedicaban, fundamentalmente, a la agricultura – había tres molinos harineros- y a la ganadería –que contaba, además, con una veintena de vías pecuarias-. Entre los siglos XIX y XX hubo algunos cambios en los oficios ya que se instaló una fábrica de papel continuo –de las primeras de España- que reactivó la economía. Además, el sector terciario adquirió fuerza en detrimento de las actividades tradicionales y la construcción de la presa también tuvo repercusión. Durante la segunda mitad del siglo XX, el sector servicios adquirió aún más auge y el turismo se desarrolló notablemente. Incluso la población aumentó al establecerse en la localidad segundas residencias.

Patrimonio natural

La naturaleza en Manzanares El Real es sobresaliente y destaca la presencia de agua. Además del Embalse, que ocupa una superficie máxima de 1.044 Ha., por el municipio corren el río Manzanares y más de 25 arroyos. En cuanto a flora, se localizan, principalmente, bosques de pinos, robles, alcornoques, encinas, jara y enebro. Los animales que habitan estas tierras son, sobre todo, mamíferos, aves, insectos, reptiles y peces. Uno de los lugares naturales más destacado de Manzanares es La Pedriza, donde rocas de granito pulidas por la erosión y el paso del tiempo han dejado una imagen llena de color y de formas impresionantes. El entorno natural constituye una invitación a conocerlo mediante rutas a pie o en bicicleta y con actividades como la escalada.

Patrimonio histórico

En Manzanares El Real tampoco podía faltar el patrimonio artístico y cultural. El Castillo Nuevo o de los Mendoza es el principal exponente y es el mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Es de 1475, tiene forma cuadrada y consta de tres torreones redondos y uno octogonal. El castillo presenta también un patio porticado, un sótano y seis plantas más. En el resto del edificio hay diferentes dependencias que se han convertido en una biblioteca, una sala de exposiciones, una sala de congresos, así como un museo de los castillos españoles.

Otros ejemplos patrimoniales de Manzanares son: el Castillo Viejo –del que quedan algunos restos de los muros, que podrían datar del siglo XIV-; la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves –presenta mezcla de estilos arquitectónicos, con la nave románica, la sacristía se cubre con crucería gótica y el pórtico es renacentista purista-; las Pinturas Rupestres de Los Aljibes –de la Edad del Bronce y que representan 28 figuras antropomorfas en movimiento-; la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra –del siglo XVI y relacionada con cultos druidas y celtas-, y el Puente Viejo –del siglo XVI-.

Más información: www.manzanareselreal.org

 

  1. Rascafria en autocaravana

Situada al noroeste de la Comunidad de Madrid, en el maravilloso paraje del Valle del Lozoya, Rascafría es una de las villas más hermosas de la sierra. El valle es amplio y despejado, situado a unos 1100 metros de altitud, y es perfecto para los amantes de la naturaleza.

Visitar Rascafría, en la provincia de Madrid, es una experiencia única. Esta pequeña localidad situada a los pies de la Sierra de Guadarrama, está rodeada de una impresionante belleza natural. La cercanía de los montes de La Sierra de Guadarrama, las laderas de La Pedriza y el río Lozoya, hace de Rascafría un destino idílico para practicar todo tipo de actividades al aire libre.

Para aquellos que viajan en autocaravana, la localidad ofrece una amplia variedad de servicios y alojamientos. Existen zonas de aparcamiento autorizadas para autocaravanas en la zona, así como numerosos camping y hoteles. Además, la ubicación de Rascafría permite acercarse sin problemas a Madrid, a una hora de distancia en coche.

Una de las principales atracciones de Rascafría es la hermosa naturaleza de sus alrededores. Esta localidad está rodeada de bosques, montañas, ríos y lagos. Los amantes del senderismo y la escalada encontrarán un paraíso en esta zona, con infinidad de rutas para recorrer. En la zona también hay numerosas presas y embalses, perfectos para pasar un día de pesca.

Otra de las principales actividades de Rascafría es el rafting. El río Lozoya se encuentra a sólo unos kilómetros de la localidad y ofrece interesantes rutas de rafting. Existen muchas empresas que ofrecen tours guiados por el río, así como todo el material necesario para la práctica de este deporte.

Junto con otros diez municipios turísticos de la Comunidad de Madrid, Rascafría forma parte del programa Villas de Madrid, conócelas y disfruta de las promociones y descuentos que te ofrecen los distintos puntos. ¡A qué esperas para recorrerlos todos!

Vida monástica

Rascafría destaca desde su fundación por el imponente Monasterio de Santa María del Paular, que parece situarse en medio del paisaje como si debiese estar ahí, perfectamente integrado y mezclado con la naturaleza que lo rodea.

Fundado en 1390, fue regido durante más de 450 años por la orden de La Cartuja. Sin embargo, desde 1954 hasta la actualidad, ha sido una abadía benedictina. Lo mandó construir Enrique II de Castilla, en una ubicación elegida por él mismo. Cuenta la leyenda que el monarca decidió que perteneciese a la orden de La Cartuja debido a que durante la guerra años atrás, su ejército había quemado en Francia un monasterio de la misma orden.

A principios del siglo XVII, se le encargó al famoso pintor Vicente Carducho que realizase para los 54 huecos de los muros interiores del monasterio una serie de cuadros sobre la vida del fundador de la orden: San Bruno de Colonia. Sin embargo, tras la desamortización del siglo XIX, las pinturas fueron repartidas por museos y otras instituciones. Aunque, gracias a la iniciativa de las gentes del pueblo entre otros promotores, en 2006 se produjo la restauración de las obras a las paredes del monasterio. Además, te recordamos que en la actualidad los monjes siguen ocupando una parte del monasterio, la que queda a la izquierda de la iglesia.

Desde el Puente del Perdón, ¡la vista del Monasterio es maravillosa!  Su nombre se debe a que dado el relativo aislamiento del valle del Lozoya, las autoridades locales tenían por costumbre efectuar los juicios junto al puente.

¡Vamos al pueblo!

Dirigiéndonos hacia el pueblo, nos detendremos en la Plaza de los Trastámaras, levantada en conjunto con la Casona. ¿Sabías que este antiguo edificio fue en un principio un Hospital o "Lazareto"? Pues esta construcción de dos plantas con huerta y jardín, más tarde se convertiría en la casa señorial que es hoy en día.

No te puedes perder el Ayuntamiento, de estilo neomudéjar, que fue construido a principios del siglo pasado y rehabilitado en 1984. Además, está situado en la Plaza de la Villa y muy cerca de aquí podemos encontrar la monumental Parroquia de San Andrés Apóstol.

Este edificio del siglo XV se encuentra ubicado en el extremo norte del casco y conserva algunas bóvedas góticas y artesonado del siglo XVI en su nave central. Su púlpito es plateresco y conserva varias esculturas procedentes del Paular, como un San Miguel Arcángel del siglo XVIII, obra de Luis Salvador Carmona.

Durante la guerra civil, su chapitel fue alcanzado por un obús y las campanas también desaparecieron durante la contienda. Y quizás el dato más curioso es que las nuevas campanas se construyeron con el metal de dos aviones que se estrellaron a mediados del siglo XX.

Y además...

En el presbiterio de la Iglesia de San Andrés se representan obras de teatro y actuaciones y eventos de carácter cultural y lúdico.

Existe una gran multitud de actividades Culturales que se realizan en el Corral de Comedias, como el Festival Folk de la Sierra Norte, reconocido a nivel nacional. Tiene lugar en el espacio natural de "Las Presillas", en la ribera del río Lozoya. Artistas de la talla de Carlos Núñez, Hevia o Celtas Cortos, entre otros, han asistido y participado en este festival al que vale la pena asistir.

¿Tienes hambre?

De las mejores épocas para visitar Rascafría son los meses de octubre y noviembre coincidiendo con Jornadas Gastronómicas de Setas, Caza y Vino.

También durante todo el año, los restauradores ofrecen una selección de las mejores recetas preparadas con los ingredientes naturales que se dan en los bosques. Todo ello marinado con los mejores vinos de 'Denominación de Origen Vinos de Madrid'. A la hora de elegir dónde acudir, no tendrás problema alguno, ya que el número de acogedores restaurantes que hay en Rascafría es bastante amplio.

Naturaleza en estado puro

Aunque la oferta de turismo natural que tiene Rascafría y su entorno es muy amplia, te recomendamos que elijas una de las "Rutas Verdes" como la que arranca desde el Puente del Perdón, una agradable senda que conduce al Arboreto Giner de los Ríos, un jardín botánico a orillas del río Lozoya. Dispone de una representación de árboles y arbustos de bosques caducifolios con más de 200 especies, separados según las áreas de procedencia, de Asia, Europa, Norteamérica y Suramérica. El recorrido puede hacerse caminando o en bicicleta.

También puedes dirigirte al Parque Natural de Peñalara, uno de los lugares más valiosos de la Comunidad de Madrid. En su interior se encuentra el pico más alto de la región y hay especies de flora y fauna de gran valor. Disfruta de lo que te rodea y aléjate del mundo moderno durante unos instantes.

Y si lo tuyo es la aventura, no te puedes perder la pista de Valdesquí que tiene todo lo que un esquiador experimentado puede desear, desde pistas para esquí y snow, hasta una pista de entrenamiento y competición que se puede alquilar.

No olvides las fiestas populares

El calendario de Rascafría está plagado con multitud de festividades. Desde las más solemnes procesiones religiosas a las más emocionantes carreras de cintas a caballo. Si te gusta disfrutar de la buena comida al aire libre, no te pierdas la festividad de La Virgen de Gracia y San Roque, lo que podría denominarse como la fiesta mayor. Se celebra a mediados de agosto y en ella se organizan pasacalles, vaquillas, competiciones deportivas, actuaciones musicales, caldereta, chocolatada y concursos infantiles.

Además, para disfrutar del folklore de la región, es visita obligada la de la Virgen del Rosario. Tiene lugar a principios de octubre, en Oteruelo del Valle. Se organizan actos religiosos, aperitivos, concursos, exposiciones culturales y bailes populares.

Más información: www.rascafria.org

 

  1. Buitrago de Lozoya en autocaravana

Villa fortificada y Castillo de Buitrago de Lozoya. Su Castillo o Alcázar, que no sigue el modelo predominante de castillo señorial de la época, junto a la Iglesia de Santa María del Castillo, la Torre del Reloj y la muralla confieren un aire medieval a este municipio, que presume de una agenda cultural tan activa que tiene propuestas para las cuatro estaciones. 

Un paseo por la Edad Media

Tanto el castillo como las murallas se han conservado casi íntegramente debido a que, por su solidez, se les han dado otros usos, ahorrando así material. Así, las murallas sirvieron de apoyo a casas modernas, mientras que el castillo se transformó en plaza de toros. De hecho, hoy en día las gradas de la plaza aún ocupan el espacio que anteriormente ocupaban las habitaciones del castillo, y el patio acoge conciertos en verano.

La mejor manera de apreciar el conjunto es comenzar el recorrido por el Puente del Arrabal, desde donde se disfruta de la más amplia vista de todo el recinto fortificado. En esta zona exterior es donde se situaban los burgos periféricos habitados por los campesinos más pobres y artesanos cuyos talleres por razones de higiene debían estar “extramuros”, asimismo ventas y posadas. Una vez dentro del recinto no dejes de ver la Torre del Reloj, caminar por la muralla y visitar la Iglesia de Santa María del Castillo.

Un castillo singular

Gracias a su reciente restauración y a las excavaciones arqueológicas, se han recuperado restos de la barrera y el foso con que contaba originalmente. A diferencia de otros castillos señoriales, este no posee una torre del homenaje donde celebrar actos protocolarios y su diseño lo sitúa más cerca del alcázar urbano de tradición andalusí, cómodo y rodeado de un cinturón defensivo. También propios de la arquitectura andalusí son los ladrillos, que predominantemente se emplean en su construcción.

Una de las estructuras más características de este castillo es la coracha, un brazo de la muralla que bajaba hasta el río para proteger el puente y que al observarlo nos da la sensación de que el castillo se extiende hasta el Lozoya. En la actualidad, cuenta con un arco bajo el que pasa una calle, aunque ninguno de los dos existía en época medieval. Por su parte, el puente que es de posible origen romano, hoy no está visible porque se encuentra bajo las aguas del embalse. 

Más información: Buitrago del Lozoya

 

  1. Horcajuelo de la Sierra en autocaravana

Sus construcciones de piedra oscura forman un conjunto de enorme belleza, constituyendo una de las mejores muestras de conjunto arquitectónico rural de toda la Comunidad. Visita su Museo Etnológico. 

Horcajuelo de la Sierra tiene una de las mejores muestras de conjunto arquitectónico rural de toda la Comunidad de Madrid. Con una sensibilidad especial por parte de sus habitantes para la conservación y restauración del legado de sus mayores. Sus construcciones de piedra oscura forman un conjunto de enorme belleza. Algunos de estos ejemplos se encuentran en el Museo Etnológico, así como una fragua que se encuentra completamente restaurada. No te olvides de la Iglesia de San Nicolás de Bari. Visita Horcajuelo de la Sierra para comprobarlo.

Pero Horcajuelo destaca por su integración con la Naturaleza, gracias a su privilegiada situación en la Sierra del Rincón formando parte de la Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO, con una gran oferta de sendas gratuitas, aunque si tienes la posibilidad te recomendamos que reserves la visita, accede a la página www.sierradelrincon.org para que no te lo pierdas.

Si prefieres practicar el senderismo de forma más tranquila, te recomendamos algunas rutas por el municipio, el Camino de Nuestra Señora de los Dolores (que se recorre en unos 25 minutos), el Camino de Pilillas que te lleva a un antiguo molino (de 8 km de longitud) o una ruta por las vías pecuarias (que se realiza en unos 40 minutos). Acércate y disfruta con la familia o amigos.

Más información: Conoce Horcajuelo de la Sierra 

 

  1. La Hiruela en autocaravana

Es uno de los pueblos mejor conservados de la Comunidad de Madrid, dado que sus casas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa, apenas han sufrido modificaciones desde su construcción.

La Hiruela es un enclave privilegiado de la Sierra del Rincón. Sus casas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa, apenas han sufrido modificaciones en su estructura desde su construcción, lo que confiere a La Hiruela una identidad arquitectónica propia que lo sitúa como uno de los pueblos mejor conservados de la Comunidad de Madrid. Algunos de los edificios y elementos tradicionales protegidos son el pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial y la antigua escuela, esta última hoy transformada en Bar-Social, la Casa del Cura y la Casa de la Maestra.

La extraordinaria ubicación de La Hiruela le permitirá realizar rutas a pie por increíbles sendas entre bosques, arroyos y dehesas. Además, podrá visitar pueblos medievales como Buitrago, los frondosos bosques del Hayedo de Montejo o los espectaculares valles de La Puebla.

La Hiruela, junto a los otros 4 municipios que forman parte de la Sierra del Rincón, fueron catalogados como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, en 2005 se la reconoció internacionalmente dentro del Programa sobre el Hombre y la Biosfera, situándola así dentro de la red mundial de Reservas de la Biosfera. Te recomendamos que reserves la visita en la página www.sierradelrincon.org para que no te lo pierdas.

Así que date una vuelta por el pueblo, reserva tu pase a la Reserva de la Biosfera o recorre las sendas de los alrededores de La Hiruela, te recomendamos el Robledal de La Hiruela donde se encuentran carboneras donde antiguamente se fabricaba el carbón vegetal.

La Hiruela te ofrece modernos alojamientos y restaurantes donde se fusiona lo tradicional y lo moderno en edificios rehabilitados que te sumergirán en la atmósfera de la Sierra del Rincón, uno de los lugares más pintorescos de la Comunidad de Madrid. ¡Ven!

Más información: La Hiruela

 

  1. Puebla de la Sierra en autocaravana

Su particular microclima crea unas condiciones que propician una de las mayores diversidades de flora y fauna de la Comunidad. En el área recreativa de los Avellanos podrás disfrutar actividades en contacto con la naturaleza.

Esta riqueza natural se puede contemplar mientras se camina por una de las cuatro sendas existentes, mientras se recorre en bicicleta o mientras se participa en alguna actividad de educación ambiental.

Puebla de la Sierra forma parte de la Reserva de la Biosfera, cuyos ecosistemas tienen como objetivo demostrar una relación equilibrada entre los seres humanos y la biosfera contribuyendo a la conservación de los paisajes, los ecosistemas y la variación genética así como el desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico. Te recomendamos que reserves la visita en la página www.sierradelrincon.org para que no te lo pierdas.

Fuera de la Reserva de la Biosfera, pero en plena Naturaleza, yo no me perdería el Valle de los Sueños. Se trata de un itinerario escultórico al aire libre, inaugurado en el año 2006 y compuesto, en estos momentos, por más de 30 obras cedidas por los artistas locales patrocinadores de la idea. Es un proyecto que pretende hacer de este paraje natural un entorno único, casi mágico.

Si viajas en familia, podrás tomarte un descanso en el área Recreativa de los Avellanos en el que se realizan actividades relacionadas con la naturaleza.

Pasea y sumérgete por el pueblo viendo edificios como los tinados, molinos, la fragua o la fuente vieja que servía de agua a los vecinos. Párate en la Iglesia de la Purísima Concepción y continúa a las afueras hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad para contemplar el encanto de este Rincón de Madrid.

Más información: Web oficial de Puebla de la Sierra Turismo

 

  1. Patones en autocaravana

El “Pequeño Reino de Patones” ofrece paseos entrañables, lugares donde comer y dormir, rutas de senderismo y cicloturismo, exposiciones y rutas guiadas, yacimientos arqueológicos y un amplio patrimonio arquitectónico.

Patones, un reino un pueblo. El “Pequeño Reino de Patones” ofrece paseos entrañables, lugares donde comer y dormir, rutas de senderismo y cicloturismo, exposiciones y rutas guiadas, yacimientos arqueológicos y un amplio patrimonio arquitectónico. Te invitamos a descubrir uno de los pueblos más pintorescos de España que fue declarado en 1999 Bien de Interés Cultural.

El encanto de Patones de Arriba es una mezcla de tradición histórica y el descubrimiento de restos arqueológico de la Edad del Hierro y del Bronce en la Cueva del Reguerillo de Patones. Puedes disfrutar de la espeleología y la escalada en esta zona de gran valor geológico.

Aunque su fama se debe a la leyenda del “Rey de Patones”, basada en la visita que hizo el Rey al Cardenal Moscoso a su paso (1653) por Torrelaguna para pedirle la construcción de una ermita en el pueblo. El Rey era una especie de alcalde o juez de Paz, y como dicen los documentos clásicos, sería un anciano que administraba justicia entre los vecinos. Se dice que cuando el rey Carlos III se dirigía a estos personajes lo hacía refiriéndose al rey de los Patones.

En el siglo XIX Patones acrecentó su leyenda durante la guerra de la Independencia que, según la leyenda no había afectado al pueblo. Ya que se pensaba que debido a su situación había quedado oculto y no había sido visto por los franceses, aunque documentos demuestran que no es cierto.

La visita la puedes empezar en Patones de Abajo, visita el Museo del aula geológica, que forma parte del Museo Abierto de la Mancomunidad de El Atazar. Situado en una antigua casilla del Canal de Isabel II rehabilitada en un paraje de extraordinario valor geológico. En el exterior del Museo, podemos observar una colección de rocas representativas de la Sierra Norte.

Tras la visita al museo, puedes subir a Patones de Arriba por la senda ecológica de El Barranco, en un camino de apenas 750 metros en la que según vayamos ganando altura podremos disfrutar de un impresionante paisaje.

Paseando por las calles de Patones descubrirás un museo de pizarra al aire libre, la Antigua Iglesia de San José (que actualmente es la oficina de turismo) proporciona información sobre dos recorridos que podrás realizar mientras te fijas en los edificios más singulares.

Seguro que has hecho hambre, disfruta de la comida típica castellana en alguno de los restaurantes de Patones de Arriba, es uno de los rincones de la Comunidad de Madrid que se han hecho famosos por su gastronomía.

Otro posible plan es el Canal de Cabarrús, con una longitud de 13 kilómetros discurre por las localidades de Patones, Torremocha y Torrelaguna que discurre en paralelo a construcciones realizadas por el Canal de Isabel II.

Más información: www.patones.net

 

  1. Torremocha del Jarama en autocaravana

La toponimia parece derivar de una de las torres que existían en la comarca y que fueron desmochadas por orden de los Reyes Católicos. Recorre sus calles, camina por su entorno, observa elementos de su tradición hidráulica y respira su aire puro.

El origen de Torremocha de Jarama parece encontrarse en un asentamiento de época romana en lo que se conoce como torreotón. Aun así, no fue hasta la Edad Media cuando hubo un poblamiento estable a cargo de pastores provenientes de la Villa de Uceda, a la que jurisdiccionalmente perteneció Torremocha hasta 1812. 

La agricultura era muy productiva en el municipio y los habitantes cultivaban, fundamentalmente, hortalizas, frutas, cereales y legumbres. Como reconocimiento de la importancia de esta actividad se ha creado un Museo de la Agricultura donde es posible observar útiles y conocer el proceso agrícola. La ganadería –cabras, ovejas y cerdos- y la apicultura –con miel de gran calidad- también eran frecuentes. En la actualidad todavía se conserva parte del trazado tradicional de las vías pecuarias que discurren por el municipio: la cañada de las Calerizas, las coladas de Araguz y De la Fábrica y el cordel De la Huerta Verde. Las obras de ingeniería hidráulica desarrolladas por el Canal de Isabel II en el término municipal también generaron puestos de trabajo aunque algunas tierras se vieron perjudicadas.

La arquitectura urbana es mayoritariamente tradicional con ejemplos de conjuntos mixtos –viviendas con dependencias agropecuarias anexas-. Para su construcción se utilizaba ladrillo, piedra, madera, adobe y teja árabe. Los vanos eran muy funcionales y abundaban las casas enfoscadas.

El ejemplo más destacable del patrimonio artístico de Torremocha de Jarama es la Iglesia de San Pedro Apóstol. Ésta es del siglo XVI con una arquería, la escalera de subida a la torre con esgrafiado del siglo XVI y las pinturas murales del siglo XIV.

Además de un recorrido por las calles del casco urbano, es recomendable caminar por los alrededores para estar en contacto con la naturaleza y observar algunos de los elementos de la tradición hidráulica.

Más información: www.torremochadejarama.org/

 

  1. Torrelaguna en autocaravana

Camina por sus calles para contemplar su riqueza histórica y cultural, que fue reconocida con la declaración de Conjunto Histórico Artístico. El cardenal Cisneros, San Isidro Labrador y su esposa, Santa María de la Cabeza nacieron aquí. 

Se han encontrado restos arqueológicos que muestran la presencia prehistórica, celtíbera, romana, visigoda e islámica en el término municipal. Con la Reconquista, Torrelaguna se incorporó a los dominios de los arzobispos de Toledo y empezó a desarrollarse como población. La toponimia parece referirse a una torre que antiguamente se erigía sobre una laguna o en las inmediaciones de ella. En la actualidad, Torrelaguna es el municipio más poblado de la Sierra Norte de Madrid.

Por las calles de la población es posible caminar al tiempo que se contempla su riqueza histórica y cultural, que fue reconocida con la declaración de Conjunto Histórico Artístico en 1974. Gran parte de ésta se debe a los muchos personajes ilustres que han nacido o vivido en esta localidad. De entre todos ellos, destacan el cardenal Cisneros, San Isidro Labrador y su esposa, Santa María de la Cabeza.

Cisneros hizo que Torrelaguna lograra gran esplendor gracias, principalmente, a la construcción de un pósito –actual Ayuntamiento- y a la fundación del Hospital de San Bartolomé y de un Convento de Franciscanos de la Madre de Dios. Asimismo, se ocupó de parte de las obras de la Iglesia de Santa María Magdalena, que comenzaron en el siglo XV siendo la cabecera la parte más antigua.

La iglesia es uno de los grandes referentes de Torrelaguna, está erigida en sillería de piedra caliza y cubierta con teja curva. Presenta arquitectura gótica madrileña, planta basilical dividida en tres naves de cinco tramos así como una majestuosa torre con tres cuerpos rematados por un chapitel. En el interior se encuentran cinco capillas laterales –con retablos barrocos o platerescos-, tres ábsides, un coro renacentista y el retablo del templo, de 1752.

Más ejemplos del abundante patrimonio de Torrelaguna son: el Convento de las Carmelitas de la Caridad, del siglo XIX y donde destaca su Iglesia neogótica; el Antiguo Hospital de la Santísima Trinidad –del siglo X, utilizado actualmente como Casa de la Cultura-; la Abadía de las Concepcionistas Franciscanas Descalzas –reconstruida en 1960-; el Palacio de Salinas –renacentista y que actualmente alberga la casa cuartel de la Guardia Civil-; el Palacio Arteaga –de estilo clasicista -, las murallas defensivas del siglo XIV, que todavía se atisban en algunos puntos; la atalaya de arrebatacapas –torre vigía de 12 m. de altura y 19 m. De perímetro construida con mampostería y argamasa mezclada con piedras-; y las ermitas de Nuestra Señora de la Soledad, de San Sebastián y de San Miguel Arcángel.

El término municipal está surcado por nueve vías pecuarias, el río Jarama y numerosos arroyos y canales de abastecimiento del Canal de Isabel II. Estos últimos son siete y el más antiguo es el De la parra, de 1853. El medio natural del municipio es variado destacando ejemplares de encinas, quejigos, jaras, retamas, matorrales y vegetación de ribera –álamos, sauces, chopos…- Entre la fauna predominante figuran gran número de aves –incluidas rapaces-, los mamíferos –entre ellos corzos, jabalíes y jinetas-, anfibios y reptiles. Además, de las rutas culturales por la localidad, se recomienda disfrutar de paseos y recorridos a caballo para estar en contacto con la naturaleza.

Más información: www.torrelagunaweb.es

 

  1. Talamanca de Jarama en autocaravana

Hoy conserva un rico patrimonio artístico fruto de su devenir histórico: un torreón y parte de la muralla árabes, el Ábside de los Milagros parte de una iglesia románico-mudéjar del siglo XIII y el puente medieval de origen romano.

Talamanca de Jarama tiene gran riqueza arqueológica que muestra la presencia humana en sus tierras desde hace miles de años. Se han encontrado restos de la Edad del hierro y de las épocas romana, visigoda y medieval.

Talamanca fue un lugar estratégico durante la dominación musulmana y posterior reconquista cristiana. De hecho, hay documentos que señalan que el municipio fue fundado en el siglo IX por árabes y vivió enfrentamientos y repoblaciones hasta que en el siglo XI fue incorporado a los territorios cristianos. A finales del siglo XII, Talamanca fue destruida por los árabes volviendo a fundarse a principios del XIII. Posteriormente, la población cambió de propietarios y estuvo bajo diferentes dominios hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX.

El municipio se encuentra ubicado en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama y en el valle del Jarama, río que junto con el arroyo de Valdejudíos son los dos cauces principales del término. Los habitantes se dedican, en su mayoría, a la agricultura –cereales, hortalizas, vid, olivo…- y la ganadería aunque también hay actividad comercial e industrial. El sector terciario y la construcción han adquirido relevancia desde la segunda mitad del siglo XX. Se han edificado nuevos edificios y segundas residencias, si bien todavía se mantiene el carácter tradicional del municipio con la presencia de viviendas rurales y dependencias agropecuarias.

Patrimonio histórico-artístico

Los acontecimientos históricos ocurridos en Talamanca han originado también un rico patrimonio artístico: un torreón y parte de la muralla árabe siguen siendo visibles; se conserva el Ábside de los Milagros, único resto existente de una iglesia románico-mudéjar del siglo XIII; y el puente medieval con origen romano.

Situado en la Plaza Mayor de Talamanca y popularmente conocimo como "Morabito", el Ábside de los Milagros es lo único que ha llegado a nuestros días de la iglesia original. Se presenta majestuoso en medio de la plaza y parece moderno por el ladrillo que se empleó en su construcción, sin embargo data del siglo XIII. Vale la pena visitarlo. 

Otro ejemplo patrimonial es la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, construida entre los siglos XIII y XVI. Se trata de un edificio de tres naves –una central y dos laterales muy estrechas- y torre de tres cuerpos con chapitel. En el exterior destaca el cuerpo románico del ábside y en el interior tienen especial valor la pila bautismal románica y la pila de agua bendita, gótica.

Más información: Talamanca de Jarama 

 

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